Luigi (ルイジ, Ruiji ?) era un joven que habitaba junto a su hermana en el pueblo donde se encuentra la entrada a la Capital de los Muertos. Junto con Ellen, se dedica a guiar a las personas a ese lugar a pesar de no seguir vivos, y cuando su misión concluye descansan en paz hasta que vuelvan a ser necesitados.
Apariencia[]
Tiene una estatura un poco mayor a la de su hermana, su cabello es risado y bastante corto. Posee cejas gruesas y sus ojos pequeños de un color oscuro.
Suele vestir un overol o peto con el tirante izquierdo desabrochado, por debajo de esto usa un remera de color claro y también usa un par de botas de trabajo; su indumentaria se parece mucho a la usada por los granjeros.
Personalidad[]
Demuestra tener una personalidad muy tranquila y agradecida, además de ser muy protector con su hermana, tanto que es capaz de atacar a personas desconocidas con tal de que no la dañen, muestra arrepentimiento cuando comete un error, como demostró al atacar a Ban y al disculparse con éste después de darse cuenta que había un malentendido en su primer encuentro.
Historia[]
Se desconoce gran parte de su pasado, pero según lo que le comentó a Meliodas y los demás, hace tiempo los Caballeros Sagrados llegaron a su pueblo y se llevaron todo, pero él y Ellen se escondieron bajo el suelo.
Sinopsis[]
Saga de la Capital de los Muertos[]
El hermano de Ellen aparece
Después de que Ban auxilia a Ellen aparece un joven, quien resulta ser el Hermano de la pequeña; él creyendo que Ban le hizo daño a su hermana le amenaza con un horquillo diciéndole que se aleje de Ellen y se vaya de allí.
El joven ataca a Ban para proteger a su hermana
El Pecado de la Codicia del Zorro le explica que ella se desmayó frente a él pero éste no lo escucha, entonces Ban le pregunta si le va a dar de comer a la niña y si no escucha lo que otros dicen entonces se la llevará. El joven, muy alterado, se abalanza contra Ban, clavándole el horquillo en el lado izquierdo del pecho. Ellen muy preocupada por lo ocurrido le dice que el hombre la cuidó, su hermano se sorprende y muy avergonzado por su actitud se disculpa con Ban, preguntándole cómo puede borrar sus pecados. Ban le responde que es sólo un mocoso y que un verdadero pecado no puede ser borrado, sin importar lo que hagas.
El hermano de Ellen explica sobre la Capital de los Muertos
En ese instante, King aparece clavándole su lanza a Ban, los niños miran aterrorizados la escena. Ban les dice que se vayan, para asegurar que no salgan afectados en la pelea que se avecina y para que pueda concentrarse por completo en la misma. Ellos se van, entonces Ban y King comienzan con su enfrentamiento, el cual, después de un tiempo se ve interrumpido por Meliodas y Diane. King se va del lugar, así que Ban y los demás deciden llevar a los niños al Boar Hat, allí el pecado de la codicia prepara comida para los pequeños. Ban les pregunta dónde está la Capital de los Muertos, a lo que Meliodas dice que ya encontraron a King, dando a entender que ya no es necesario ir allí, entonces el hermano de Ellen comenta que el chico también quería llegar a ese lugar sin importar qué pase.
El niño continua explicando sobre la Capital de los Muertos diciendo que no puedes ir allí con sólo desearlo; Ellen cita una frase que su vecino siempre decía "Un recuerdo invaluable compartido con el fallecido abrirá el camino a la Capital de los Muertos", Ban le agradece y le dice que con eso ya pagaron su comida; después van en busca de ésta. Después de esto, Meliodas y los demás son transportados a la Capital de los Muertos mientras los niños se quedan en el pueblo sin poder creer lo que acababan de presenciar.
Ellen y su hermano son fantasmas
Minutos después aparece Guila, quien intenta hacer que los niños le digan cómo entrar a la Capital, y ante la negativa del hermano de Ellen, toma a ésta del cuello para asfixiarla, entonces el joven le dice la frase y Guila decide dejarlos en paz. Después de los sucesos ocurridos en la Capital de los Muertos, Meliodas y los demás regresan, descubriendo que Ellen y su hermano son fantasmas. Ellos les agradecen y después desaparecen para irse a descansar en paz hasta que deban guiar nuevamente a alguna persona.